lunes, 3 de septiembre de 2012

Mas empresas registradas en el ultimo semestre

Microempresa artesanal en una feria de la Cámara de la Pequeña Industria y Artesanía.  - José Rocha Los Tiempos
Microempresa artesanal en una feria de la Cámara de la Pequeña Industria y Artesanía.

Durante el primer semestre de este año se crearon en Bolivia 8.457 empresas, de las cuales 2.661 corresponden a La Paz; 2.423 a Santa Cruz; 1.490 a Cochabamba; 439 a Oruro; 44 a Tarija; 360 a Potosí; 333 a Chuquisa; 231 a Beni y 98 empresas a Pando, según estadísticas de la Fundación para el Desarrollo Empresarial (Fundempresa).
De las 1.490 nuevas empresas constituidas en Cochabamba, 617 están dedicadas al comercio por mayor y menor; 185 a la construcción; 239 a actividades  inmobiliarias y de alquiler; 154 a la industria manufacturera; 91 al transporte; 66 a la hotelería y restaurantes; 28 a servicios sociales y de salud; 28 a servicios comunitarios; 18 a explotación minera; 28 a agricultura y ganadería; 10 a intermediación financiera y 15 a educación.
Según el Presidente de la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba (FEPC), Jaime Ponce, el hecho de que un mayor porcentaje de las nuevas empresas cochabambinas esté concentrado en actividades de comercio y servicios tiene que ver con que los capitales de operación que se requieren son moderados y la capacidad de retorno es inmediata; ocurre lo contrario con las millonarias inversiones que demandan los emprendimientos industriales y productivos, que son recuperables a mediano y largo plazo.
Hasta junio de este año, Cochabamba tiene en funcionamiento 11.238 empresas legalmente constituidas, de las cuales 8.514 son unipersonales; 2.542 son sociedades de responsabilidad limitada (SRL); 167 son sociedades anónimas; hay cuatro sucursales de sociedades constituidas en el extranjero; cinco sociedades colectivas; cinco sociedades anónimas mixtas y una sociedad en comandita, de acuerdo con Fundempresa.
OPINIÓN
“Poco apoyo o fomento institucional”
Desde la oficialización y puesta en práctica del nuevo modelo económico boliviano, denominado de economía plural, diversas acciones y cambios se han evidenciado, siendo una de ellas la incursión de la actividad empresarial del Estado a diversos niveles de operación. Sin embargo, algo que no ha mejorado sustancialmente son las reglas y normativas nacionales de fomento a la actividad empresarial, que apoyen la mejora competitiva del nuevo modelo de economía en vigencia.
En diversas ocasiones formales y por el diálogo entre empresarios, se ha identificado la necesidad de tener normativas actualizadas que fomenten la actividad empresarial, pasando incluso por propuestas que adecúen la ley de inversiones a los nuevos desafíos de la economía mundial a la cual se enfrenta el empresariado boliviano.
No podemos olvidar la capacidad innovadora que tienen los empresarios locales, que incluso en épocas de “vacas flacas”, han podido sobrevivir y mantenerse en operaciones aunque algunos mercados externos se hayan cerrado y otros se hayan alejado. También hemos vivido fuertes procesos de emigración, además se han cerrado fronteras por algunos períodos y porque el mercado local no se caracteriza por ser dinámico en comparación con los mercados de varios países vecinos.
Además, un elemento a resaltar es la continua creación de nuevas empresas en el país, tanto de los sectores industriales como comerciales, reflejando el espíritu de superación de los bolivianos.
Pero no todas las empresas han podido soportar los diversos conflictos sociales, económicos y políticos, teniendo que cerrar sus puertas, lo cual se puede demostrar con los registros que Fundempresa (Fundación para el Desarrollo Empresarial) mantiene, que para el último año es de aproximadamente un mil doscientas empresas cerradas en el país. La volatilidad del nacimiento y muerte de empresas en diversas ocasiones puede ser un indicador de la dinámica económica del mercado, que se caracterizaría por una alta tasa de innovación que traen nuevas empresas y deja a las obsoletas fuera de competencia.  Por las características de nuestra economía, ésta volatilidad puede ser un indicador de fragilidad económica que tenemos, donde el nacimiento de empresas se debe más al espíritu emprendedor y la muerte puede deberse al poco apoyo o fomento institucional que se tiene para los empresarios.

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