jueves, 21 de enero de 2010

Aprenda a fijar los precios


 

 
Establecer el precio de un producto o servicio es uno de los problemas más frecuentes por los que atraviesan las microempresas. Son muchas las variables que se deben analizar para establecer un costo equilibrado; es decir, que le brinde un margen de ganancia y que sea atractivo para sus clientes.
Lo primero que debe saber a la hora de determinar el precio de un producto son todos los costos de producción. Esto incluye costos de los suministros, pero también de aspectos intangibles como las destrezas y conocimientos que se aportan en la fabricación del producto.
De esa manera podrá determinar  su precio mínimo de venta, así como el volumen necesario de ventas o ambos. Esto es fundamental porque en los tiempos que corren si para vender bajas tu precio, tendrás que tener cuidado que no sea por debajo de unos mínimos que garanticen la supervivencia del negocio.
Una estrategia que usan los que ofrecen servicios es determinar un sueldo por hora y multiplicarlo por el tiempo que lleva completar el trabajo, destaca el American Express Small Business Network.
Un error muy común es fijar los  precios de su empresa en relación a los de su competencia. Esto es muy peligroso porque puede que la otra empresa le pague menos o más que usted a sus proveedores, o tal vez usa otra tecnología más moderna u obsoleta y también el presupuesto de marketing puede influir.
Si bien, siempre es importante conocer cuánto cobra la  competencia, esto sólo es necesario para ver si los productos de su empresa tienen precios realistas para el mercado. Si sus cifras son muy inferiores verifique no haber dejado algo fuera del cálculo.
Tampoco es bueno determinar los precios sólo con el objetivo  vencer a la competencia. Es muy probable que así atraerá clientes, pero es muy poco probable que sean de los leales porque si el precio bajo de sus productos los atrajo, cuando aparezca otra empresa con costos menores lo abandonarán.
Un mejor enfoque es diferenciar a su empresa de otras maneras, como un servicio al cliente superior, mejores características en los productos o mejor calidad.
Las rebajas siempre ayudan, pero lo importante es entender que no es necesario poner todo en oferta, sino sólo lo conveniente.
Una mayor demanda o el aumento del costo de los suministros pueden colocarte en la disyuntiva de subir o no los precios.
Algunos empresarios evitan los aumentos porque temen una reacción negativa de los clientes. En muchos casos es una mejor estrategia hacer aumentos pequeños que impactar a los clientes con un aumento grande. Es decir que un aumento del 10 por ciento en los precios llame más la atención de forma negativa que dos aumentos del 5 por ciento.
Si tu empresa se basa en servicios, entregar un pedido acordado por un costo menor puede dar el mensaje de que tus precios iniciales eran demasiado altos, y todo negocio futuro está abierto a la negociación de los precios.
Debe conocer el costo de los suministros, las destrezas y los conocimientos que se aportan para producir.
Tips
No sacrifique la calidad
La calidad debe mantenerse como una verdadera satisfacción al consumidor e incluso sobrepasar sus expectativas. Por ningún motivo se deberá cambiar la calidad por un precio inferior. Su cliente al darse cuenta que es sólo una estrategia de ventas puede cambiar de proveedor.
Ofertas promocionales
Algunas empresas aplican descuentos de incentivos a los compradores y distribuidores para comprar más productos o un volumen más alto de un producto determinado durante las épocas de demanda alta para el producto. Son parte de un plan promocional.
Los intermediarios
Por la naturaleza del comercio, los intermediarios fijan sus precios de forma más fácil que los microempresarios. El método que siguen los comerciantes se llama "costo más margen". Consiste en añadir una cantidad por encima del precio de compra. Esta cantidad, llamada "margen", es la ganancia del intermediario.

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