domingo, 27 de septiembre de 2009

El viento puede ser energía en cuatro sectores del país

Ed. Impresa POTENCIAL | El primer Atlas Eólico de Bolivia muestra en qué zonas la velocidad del viento es suficiente para generar energía eléctrica destinada al uso doméstico e incluso comercial. El registro empieza a ser utilizado para emprender proyectos aprovechan

Por Oso­rio M. Ma­ría Ju­lia - Los Tiempos -


Miguel Ángel Aramayo, Gerente de IngenierÍa y  ConstrucciÓn de TDE - Foto | Los Tiempos Los Tiempos

Miguel Ángel Aramayo, Gerente de IngenierÍa y ConstrucciÓn de TDE

En cuatro áreas del país el potencial del viento puede lograr la generación de electricidad con capacidad para hacer que máquinas desde sólo 50 vatios hasta 5 mil kilovatios funcionen e incluso aportar al Sistema Interconectado Nacional (SIN), que suministra energía a gran parte del territorio.

El primer Atlas Eólico de Bolivia, publicado en junio pasado, muestra que el recurso eólico más importante está concentrado en Santa Cruz, especialmente al sur y al oeste del centro urbano y en parte del Chaco.

A esta zona sigue la frontera suroeste de Bolivia con Chile y Argentina en el departamento de Potosí en la región de los Lípez. El tercer sector es un “corredor” que va más o menos de este a oeste entre las ciudades de Santa Cruz y La Paz pasando por Cochabamba. Se incluye la región del lago Titicaca con alta concentración de viento.

Finalmente, la cuarta área con potencial de energía eólica es otro “corredor” entre el sitio justo al este de la ciudad de Oruro y al oeste de la ciudad de Potosí.

En todos los sectores mencionados, la velocidad del viento a 80 metros de altura puede llegar incluso hasta los nueve metros por segundo, capacidad apta para aprovechamiento comercial. En el norte de Bolivia, el recurso eólico es prácticamente inexistente.

Primer paso
El Atlas Eólico, un proyecto del programa de Energía Renovables de la Transportadora de Electricidad (TDE) elaborado por la consultora estadounidense 3TIER con el apoyo financiero del International Finance Corporation (IFC) del Banco Mundial, permitió resolver uno de los principales obstáculos de los inversionistas, gubernamentales o privados, la falta de información sobre las potencialidades del viento en el país dando un primer paso para el desarrollo de energía eólica.

El gerente de Ingeniería y Construcción de la TDE, Miguel Ángel Aramayo, resalta además el importante salto tecnológico en el registro efectuado por 3TIER, especializada en simulación meteorológica, que utilizó información geológica, topográfica y estadística satelital de más de 30 años para lograr el Atlas.

Sin esa tecnología, Aramayo indica que conseguir los datos sólo hubiese sido posible instalando 274 mil estaciones meteorológicas en el país cada dos kilómetros y tomando registros por 10 años.

Expectativa
Con la información disponible, ahora resta que los proyectos en energía eólica comiencen a ser ejecutados.
Las expectativas son grandes pues se trata de una forma de energía simple y limpia que puede ayudar a resolver la falta de electricidad especialmente en comunidades alejadas.

Aramayo dice que la electricidad generada por el viento puede, por ejemplo, solucionar el problema de varios pueblos de oriente que deben depender del diesel para hacer funcionar pequeños generadores eléctricos.

Otras comunidades rurales pueden aprovechar la energía eólica con aerogeneradores de electricidad para que funcionen bombas de agua, molinos y otros.

De esta manera, el viento, un recurso natural más con el que cuenta Bolivia, tiene ahora la posibilidad de convertirse en energía con grandes beneficios y ventajas.

365 días de información disponible en Internet

El Atlas Eólico de Bolivia es accesible como base de datos y mapas en una plataforma en Internet, a través de TDE y otras entidades. En la red, con las coordenadas de una comunidad, municipio o instalación es posible conocer las características del viento y su potencial energético. El Atlas está disponible en la página http://firstlook.3tier.com.

EL ROL DE LA ENERGÍA EÓLICA ES DE COMPLEMENTARIEDAD

Opción limpia que gana espacio

La energía eólica es una alternativa renovable que aunque aún no está muy difundida, se ha ido extendiendo rápidamente debido a las mejoras tecnológicas y la creciente preocupación por las emisiones asociadas a la quema de combustibles fósiles.

Aunque el uso del viento para la producción de electricidad tiene limitaciones, ya que depende de la variabilidad del recurso eólico, llega a ser un complemento de otras fuentes de energía con gran impacto.

La energía eólica se genera gracias al sol ya que el viento surge de las diferencias de temperatura. Por ejemplo, el viento en agosto es mucho más intenso que en diciembre o en enero porque la posición del sol y el calentamiento de las diferentes zonas es diferente. También varía por las estaciones e incluso a lo largo del día

“El viento es variable y ese es uno de sus problemas porque no se puede confiar en una fuente de energía que es variable. Eso la hace un poco difícil manejar y de ahí que el uso más adecuado que tiene la energía eólica es complementando a otras fuentes”, explica el gerente de Ingeniería y Construcción de la TDE, Miguel Ángel Aramayo.

Su uso, tal como ocurre en países que ya desarrollan energía eólica —EEUU, Dinamarca y Alemania y otros—, es para sustituir, cuando el viento se encuentra en mayor actividad, la utilización de diesel, gasolina u otros; también la energía del viento puede ser almacenada.

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